Tasas de interés de plazo fijo o dólar: el nuevo escenario sin UVA

Tasas de interés de plazo fijo o dólar: el nuevo escenario sin UVA

El stock de colocaciones a plazo fijo UVA registró en diciembre un repunte nominal de casi 90%, pero los analistas advierten por la dinámica hacia los próximos meses.

El stock de colocaciones a plazo fijo UVA registró en diciembre un repunte nominal de casi 90%, pero los analistas advierten por la dinámica hacia los próximos meses.

La tendencia alcista en la demanda de depósitos a plazo fijo UVA empezará a mostrar, por lo menos, una desaceleración. El desincentivo llega tras la disposición oficial de duplicar el tiempo de colocación mínima, ahora de seis meses, que surgió en respuesta al reclamo los bancos por la dificultad de sostener este instrumento.

El stock de estas colocaciones registró en diciembre un repunte nominal de casi 90%, producto de la expectativa de una fuerte aceleración en los niveles de inflación y la reducción de tasas de interés para los depósitos a plazo fijo tradicional, lo que llevó a muchos inversores y ahorristas a cubrirse a través de esta alternativa.

Juan Truffa, economista de Outlier, afirma que los plazos fijos atados al índice de inflación generaban y continúan generando un contratiempo para las entidades bancarias, ya que a partir de la configuración de la política monetaria de la nueva administración la situación se les ha convertido mucho más compleja. 

“Los bancos entraron en el mismo régimen que entraron todos los tenedores de pesos. Es decir, sufrir la licuación a expensas de la inflación. El Tesoro no parece estar dispuesto a actuar de otra manera, aún a riesgo de que las variables se le disparen por otro lado, como puede sobre los dólares financieros”, advierte.Truffa sostiene que con esta medida la autoridad monetaria le alcanzó un aliciente a las entidades bancarias, que no tenían dónde calzar esas posiciones y, al mismo tiempo, representa un desincentivo para aquellos que buscaban alguna alternativa en moneda local para cubrirse de la aceleración inflacionaria.

El economista asegura que la disposición desincentivará, al menos, la velocidad con la que venían creciendo estos depósitos durante el último mes de 2023. Si bien es muy probable que estas colocaciones continúen creciendo, estima, lo hará a menor velocidad, aunque “escapar de la licuación no será una tarea sencilla”.

Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, coincide en que lo más probable es que la tendencia alcista de este instrumento se reduzca porque habrá menos cantidad de inversores y ahorristas dispuestos a inmovilizar el capital durante un período tan extenso, que en este caso ya es de 180 días como mínimo.

Reschini no prevé riesgos en mantener el dinero en esta posición durante tanto tiempo, porque de todas formas representará una cobertura contra el avance inflacionario, aunque el desincentivo por esta alternativa podrá impulsar la demanda de divisas y contribuir en presiones sobre las cotizaciones paralelas del dólar.

Federico Moll, director de Ecolatina, estima que, a pesar de los cambios en los tiempos de colocación, los depósitos a plazo fijo UVA seguirán siendo atractivos para muchas personas, por lo que mantendrán cierta demanda. Básicamente, por la gran diferencia entre las tasas de interés actuales y la inflación esperada.

Además, mientras los bonos ajustables por CER sigan con tasas de interés muy negativas y se mantenga la expectativa de mayor aceleración inflacionaria y no tanto devaluatoria, estos instrumentos pueden seguir resultando atractivos para un segmento, agrega Pablo Repetto, jefe de investigación de Aurum Valores.

Repetto sostiene que, aún con la duplicación en el tiempo mínimo de colocación, es un instrumento que puede mantenerse dentro de la gama de opciones de cualquier inversor o ahorrista. Obviamente, aclara, no como único instrumento, pero sí como parte de un portafolio diversificado de inversiones.

La eventual caída en los ingresos a las colocaciones a plazo fijo UVA, de acuerdo con Repetto, podría impulsar a los inversores hacia la demanda de la moneda estadounidense, ya sea mediante la compra de la divisa en los mercados alternativos o suscripciones a contratos de dólar futuro o instrumentos que contengan dólar link.

Fuente: Cronista.

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