En apenas 3 minutos anotó los dos tantos del triunfo ante Cipolletti, por 2 a 0, en cancha de La Armonía. “Cuando salió la chance de venir al fútbol argentino, ni lo dudé”, contó.
“Sí, soy uruguayo y de Salto; la tierra de Suárez y Cavani”, dijo con una sonrisa Darío Jonathan Giovanoni Giovanoni (tal su apellido materno), el delantero de Sansinena.
Esa fue la carta de presentación del atacante, tras sus dos goles para la victoria ante Cipolletti, por 2 a 0, en cancha de La Armonía por la tercera fecha del Federal A.
El “9” del Tripero entró en el entretiempo y salió con una molestia física antes del final, pero le alcanzó con ese rato para ser la clave para que el elenco de Cerri consiguiera una merecida victoria.
“Trabajo para esto, pude entrar y convertir. Lo más importante era ganar, necesitábamos esta victoria porque veníamos de una derrota que nos dolió mucho (2-3 ante Villa Mitre, luego de comenzar ganando 2-0), teníamos que levantar de local, con nuestra gente, que era algo muy importante”, reconoció Darío, nacido el 6 de enero de 2001, y quien llegó al club tras quedar libre de Fénix, de la primera división del fútbol uruguayo.
Este Sansinena que se va haciendo al andar, se mostró como un equipo sólido, ordenado, con niveles individuales altos y algunos movimientos tácticos interesantes.
En un encuentro de trámite chato, le alcanzaba con eso para ser más que la visita, que fue un equipo inofensivo y que no pudo generar ninguna chance de riesgo en la tarde bahiense.
En un primer tiempo casi sin situaciones, el albirrojo fue superior, ganando la posesión de la pelota y atacando por derecha, con buenas subidas de Taverna y un Villagra movedizo.
Además, tuvo orden y despliegue con Zannier en el medio y Escudero marcando y llegando al área, más una buena labor de los centrales Ojeda y Reynoso para contener a un Amieva que nunca entró en juego en el ataque albinegro.
La diferencia para inclinar la balanza llegó desde Salto, Uruguay.
“Entré con ganas, mis compañeros me apoyan siempre. Durante toda la semana me decían que le meta, que me iba a quedar una. Eso genera expectativas y energías positivas”, admitió Giovanoni.
En el entretiempo, Marcelo Bonetto cambió las piezas y también el orden táctico y esas variantes tuvieron un efecto sumamente positivo.
Mandó a la cancha a Giovanoni por Copetti, quien arrancaba por izquierda y se soltaba a jugar de enganche cuando el equipo atacaba.
El uruguayo se plantó bien de referencia de área y Cuello pasó al sector izquierdo, oficiando de carrilero o retrasado,
A eso, se le agregó Parra soltándose al medio para dejarle el carril libre a las trepadas de Taverna y la movilidad de López Villagra.
Con ese nueva disposición, Sansinena tardó apenas dos minutos en tener una chance clarísima en los pies de Giovanoni, quien fue bien atorado por Crespo y no pudo abrir el marcador.
Luego de quince minutos de superioridad, Cipo acomodó las piezas y con algunas variantes emparejó el juego y el trámite volvió a decaer.
Cuando todo parecía encaminarse a un pálido 0 a 0, apareció el 9 de Salto, la tierra milagrosa que entre sus poco más de 100 mil habitantes parió a dos delanteros de época.
El primer gol llegó tras una corajeada de Parra (otra vez de buen partido) y un rebote que le dejó la pelota llovida a Giovanoni, quien la agarró de aire y de zurda, para definir cruzado abajo. Golazo para el 1-0.
“Me quedó justito, cuando la veo bajando le doy y se desvía un poquito y entró junto al palo. Hoy la suerte estaba de mi lado, trabajo para esto. Estoy muy contento”, admitió con sinceridad el “9”.
Con el envión y la confianza de la conquista, el 2-0 cayó casi por inercia tras una contra magnifica y una asistencia de Parra, que dejó al uruguayo bien perfilado y cara a cara con el gol. 2-0 y todo liquidado.
“Es la jugada que todo delantero quiere tener, que te quede ahí para empujarla. A veces te queda y a veces no, a veces te queda y la metes y otras no. Se trata de eso, estar ahí para generar las chances y generar confianza a uno mismo y al equipo”, dijo Giovanoni, quien es representado por el hermano de Cavani (Walter Guglielmone) y llegó a la institución por intermedio de Ignacio Vidal.
“Cuando surgió esta chance no lo dudé -agregó-, por la gente que viene a la cancha y cómo se vive el fútbol acá”.
En Uruguay los goles nacen en Salto y hoy la gente de Sansinena fue testigo de esto. ¡Bienvenido uruguayo!
Fuente: Interior Futbolero / La Nueva.