Empresas de EEUU miran el agro argentino ante la alta demanda mundial de alimentos

Desde la cámara que agrupa a las empresas estadounidenses con presencia local advierten que hay mucho para trabajar, pero confían en el modelo económico implementado por el gobierno de Milei.

Indudablemente existen agendas de corto y de mediano o largo plazo. Quizá la más tentadora es la segunda, donde aparecen las posibilidades de promover inversiones o incluso la ilusión de ganar nuevos mercados para hacer más grande un negocio que en nuestro país se encuentra en un estadio cercano a la madurez. Sin embargo, en la agenda de corto plazo aparecen reclamos históricos, constantes y sumamente necesarios para que algún día llegue la segunda etapa. Aquí aparecen las limitaciones al financiamiento, la burocratización y la eliminación de impuestos distorsivos.

Marina Senestro, directora de asuntos gubernamentales de la entidad, subrayó durante el encuentro que el agro es determinante para la economía Argentina y por lo tanto es clave “promover el financiamiento, reducir la carga impositiva, establecer regulaciones para la protección efectiva a los derechos de propiedad intelectual y promover mejoras de infraestructura, donde la conectividad juega un rol crucial para el sector productivo”. A partir de estas mejoras, se podrían generar múltiples negocios, por ejemplo en el sector de la maquinaria agrícola.

El proyecto “Conectar Agro”

Esta iniciativa busca transformar la realidad de las comunidades rurales e incluso de varias ciudades cabecera del interior del país. Sin conectividad, es imposible “sacarle el jugo” a una maquinaria de última generación: es como tener un auto de altísima gama para ir al supermercado y encima sin combustible, con lo cual hacer esa inversión no tiene demasiado sentido. La conectividad es el combustible, por eso las empresas realizaron una alianza con Telecom y le darán acceso a internet a más de 500.000 hectáreas en las localidades de Rojas y Pergamino, en la provincia de Buenos Aires. Aquí no sólo se le brindará servicios al agro sino que toda la comunidad regional se verá beneficiada.

En este proyecto trabajan las empresas de maquinaria agrícola que tienen plantas instaladas en el país, como CNH Industrial, Agco y John Deere. En diálogo con Ámbito,Federico Silveira, Gerente de Comunicación Corporativa de CNH Industrial, destacó la agenda de trabajo que propone AmCham para resolver estas cuestiones que frenan la renovación del parque de maquinarias, que en nuestro país tiene un promedio de atraso de 10 a 15 años, cuando en Brasil es de 6 a 8 y en Estados Unidos entre 2 y 3 años.

En la misma línea, Juan Lozano, Gerente de Relaciones Institucionales de dicha compañía, destacó a Ámbito que “los ejes sobre los cuales queremos trabajar atraviesan a cada una de las empresas, que son muy diversas, para generar una sinergia y una mesa de trabajo continua entre el sector público y privado”.

Es importante recordar que las ventas en el sector de la maquinaria agrícola se vieron fuertemente resentidas en los últimos años por la falta de crédito constante y fundamentalmente por el alto costo de las fábricas para terminar un equipo en comparación con otros países de la región. A modo de ejemplo, detallaron que el sector de la maquinaria afrontó hasta ahora un 57% de impuestos para producir, donde se destacan el impuesto a las ganancias, el impuesto PAIS y una serie de percepciones que encarecen el producto y destruyen la competitividad.

Apoyo a las políticas de Milei

Alejandro Díaz, CEO de AmCham, destacó que los esquemas regulatorios que regían durante los últimos gobiernos afectaron el normal desenvolvimiento de la economía. En este sentido, decenas de empresas de distintos rubros -donde también aparece el agro y los alimentos- se vieron afectadas en cuanto a la rentabilidad generada. Si bien había una alta capacidad de utilización de la industria, las ganancias no cumplían las expectativas de los empresarios.

Según Diaz, en la actualidad la situación es sumamente compleja en cuanto a que se registra una fuerte caída de los volúmenes de ventas, sin embargo hay plena confianza de que la quita de regulaciones en la economía es el camino correcto. En este sentido, la recuperación de la macro y de la micro -que pronostican conllevaría unos tres años- tendría también un impacto positivo en el negocio agropecuario.

El CEO de AmCham detalló que a partir de la estabilidad económica y del apoyo a las grandes inversiones, si se logra despegar en el negocio de la minería y el petróleo, junto con el agro, la Argentina ya no debería preocuparse por el dólar, porque el superávit comercial sería realmente importante.

Pero para que todo esto ocurra, nuestro país debería salir del cepo. Al ser consultado por Ámbito sobre este punto, Díaz detalló que con un escenario de exportaciones como el que se plantea a futuro y una balanza de pagos estabilizada se podría esperar una menor dependencia de los controles cambiarios. Al día de hoy existe una tendencia hacia la normalidad en cuanto a los pagos por importaciones, sin embargo la eliminación del cepo financiero sería importante puesto que las empresas se ven limitadas a girar regalías y esa es una condición indispensable para que lleguen nuevas inversiones.

Fuente: Ambito.