A través de la red social X, Caputo expresó que eliminar los derechos de exportación (DEX) de manera inmediata afectaría gravemente las finanzas del Estado y pondría en peligro el objetivo de «déficit cero».
Para los productores, las retenciones representan una carga económica insostenible que socava la rentabilidad del sector. Especialmente en la campaña actual, los efectos de estas tasas elevadas se sienten con fuerza, comprometiendo la expansión productiva en diversas regiones del país. Las críticas se centraron en las promesas de campaña que sugirieron una revisión de este impuesto, sin que hasta el momento se concreten acciones efectivas.
Mientras tanto, entidades rurales de menor jerarquía, como CARTEZ, exigen que el Gobierno respete los principios de propiedad privada y el derecho a la rentabilidad del trabajo agropecuario. Luis Caputo, por su parte, reiteró en una reciente entrevista que el objetivo es bajar las retenciones, pero advirtió que se necesita un enfoque macroeconómico estable antes de abordar reformas fiscales de gran calado.
El debate sobre este tema se traslada al Congreso, donde se discutirán posibles reformas que incluyan la reducción gradual de las retenciones. Sin embargo, el costo fiscal de estas modificaciones sigue siendo una gran barrera. Según Osvaldo Giordano, presidente de IERAL, la eliminación de las retenciones no sería viable a menos que se logren recortes significativos en el gasto público. Además, se analiza la posibilidad de que la eliminación de estas retenciones sea gradual para minimizar el impacto fiscal, proponiendo un plazo de tres años.
Fuente: Ámbito.