La discusión sobre el futuro del río Paraná, eje central de la Vía Navegable Troncal (VNT), volvió al centro del debate público tras una audiencia de más de 14 horas convocada por la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, en la que participaron 247 oradores. De acuerdo con el balance preliminar, más del 90% de los expositores rechazó la posibilidad de profundizar el dragado del canal sin contar previamente con estudios de impacto ambiental actualizados y validados.
El encuentro, que se extendió desde las 8 de la mañana hasta pasada la medianoche, tuvo por objeto poner a consideración el Informe de Gestión y Evaluación Ambiental de la vía navegable, documento que forma parte de los pasos administrativos previos a la nueva licitación del sistema fluvial. Sin embargo, la audiencia se transformó en un espacio de fuertes cuestionamientos técnicos, legales y metodológicos al proceso impulsado por el Estado nacional.
Un proceso bajo la lupa
Diversos expositores (entre ellos abogados ambientalistas, académicos, organizaciones ribereñas y representantes sindicales) coincidieron en que la audiencia “buscó legitimar” un esquema de dragado ya decidido, sin cumplir con los estándares de participación ni con las exigencias del Acuerdo de Escazú.
Desde la Asociación Argentina de Abogadas y Abogados Ambientalistas, remarcaron que el procedimiento carece de un Estudio de Impacto Ambiental válido, base de referencia o evaluación acumulativa de efectos, y que la información técnica “no fue accesible ni difundida de manera adecuada”. En su comunicado, la organización calificó la convocatoria como “ilegítima” y reclamó la anulación del proceso licitatorio.
Los cuestionamientos también incluyeron aspectos logísticos: la escasa difusión, el formato virtual limitado y la extensión maratónica del debate, que según los participantes dificultaron la intervención de comunidades costeras, pescadores, isleños y pueblos originarios.
La tensión entre desarrollo y sustentabilidad
La Vía Navegable Troncal es una infraestructura clave para el comercio exterior argentino, ya que permite la salida del 80% de las exportaciones agroindustriales del país. Sin embargo, el debate sobre su nueva concesión refleja la tensión entre la necesidad de garantizar eficiencia logística y competitividad, y la obligación de respetar los criterios de sostenibilidad ambiental.
Organizaciones socioambientales insistieron en que el Paraná debe ser entendido no solo como una autopista fluvial, sino como un ecosistema estratégico: fuente de agua potable, corredor de biodiversidad y soporte de los humedales. “No hay licencia social para un modelo extractivo que prioriza la navegabilidad por sobre la vida del río”, expresaron desde distintos colectivos durante la jornada.
Próximos pasos y un antecedente pendiente
Al cierre del encuentro, autoridades de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación informaron que en los próximos días se publicará un informe de cierre con el resumen de las exposiciones y las respuestas técnicas a los planteos recibidos.
No obstante, el debate de fondo continúa abierto. La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), en un dictamen emitido meses atrás, ya había advertido que el Estado no puede avanzar con la licitación sin estudios ambientales previos, por considerar que esa omisión vulnera el principio de sustentabilidad en la contratación pública.
Mientras tanto, el proceso de relicitación de la Vía Navegable Troncal sigue en pausa, con un escenario cada vez más complejo: la presión por mejorar la logística de exportación convive con la exigencia de garantizar una gestión ambiental responsable sobre el principal corredor fluvial del país. (Comex).



