Tras la fuerte devaluación de diciembre y la aceleración inflacionaria, los incrementos comienzan tibiamente a acercarse al IPC, aunque lejos de tratarse de una “recuperación”. Los motivos.
La entidad elevó los montos a tope desde los que los bancos y plataformas digitales deben informar movimientos de los clientes. La medida alcanza a consumos, gastos con tarjetas de débito y extracciones.