En los primeros días de gestión, la suba de precios licuó ingresos y si bien favoreció las cuentas públicas impactó en los bolsillos de la población más vulnerable.
La inflación de 25,5% que se produjo en diciembre de 2023 provocó una fuerte caída en el poder adquisitivo del sector de la población más vulnerable, pero al mismo tiempo le sirvió al gobierno para mejorar sus cuentas ya que recaudará más impuestos y gastará lo mismo para atender sus obligaciones.
A diferencia de 2001 cuando se redujo las jubilaciones y pensiones un 13% sobre el valor nominal (el recibo que decía $ 100 pasó a decir $ 87), el ajuste inflacionario opera en forma inversa. La pérdida de poder adquisitivo se da porque lo que valía $ 100 pasa a valer $ 113 y el ingreso no se modifica.
En el primer caso el gobierno sigue cobrando el mismo nivel de impuestos, y en el segundo cobra por $ 113 teniendo que pagar los mismos $ 100 del mes anterior.
Este mecanismo fue el que se produjo en diciembre durante los primeros días de gestión de Javier Milei, y en especial después de la devaluación.
Un estudio de la consultora Analytica precisó que “en diciembre, el gasto real devengado sin estacionalidad (descontada la inflación) disminuyó un 31% respecto de noviembre, y 33,8% en términos interanuales”.
“Si bien no se observó un recorte en términos nominales, la inflación mensual de 25,5% implicó una importante licuación (perdída)”, indicó el trabajo.
Analytica indicó que “entre las partidas con mayores ajustes respecto a diciembre 2022 figuran la obra pública (-69,4%), el gasto en bienes y servicios (-56,6%), las jubilaciones y pensiones (-38,3%) y los programas sociales (-31,5%)”.
La única partida que presentó aumento en términos interanuales fue transferencias a provincias (+6,9%), detalló el trabajo.
La consultora –que realiza un seguimiento mensual del gasto-, indicó que “en el acumulado 2023, el gasto real devengado se redujo 8,8%”. Las partidas con mayor caída en el año fueron asignaciones familiares y AUH (-29,4%), subsidios económicos (-20,9%), en particular los destinados a energía (-25,9%) y bienes y servicios (-15,3%).
Analytica explicó que “el primer mes de gobierno, particularmente cuando llega una nueva fuerza política, suele producirse un ajuste del gasto público por el cambio en las autoridades que autorizan los pagos y también en sus respectivas prioridades”.
“El mes pasado esta tendencia se reforzó por el ingreso de una gestión que busca dar una fuerte señal fiscal. El gasto primario fue 50% menor respecto al primer mes de la gestión de Mauricio Macri y 22% respecto a la de Alberto Fernández”, afirmó el informe.
Y dejó un dato contundente: “La mayor diferencia se concentró en las erogaciones en jubilaciones y pensiones”.